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Hipertensión en el embarazo y Preeclampsia

Normalmente en el embarazo baja la tensión arterial. Es un echo fisiológico que favorece la llegada de sangre a la placenta y por tanto al feto contribuyendo al normal crecimiento fetal.

En ocasiones tenemos pacientes con cifras de tensión arterial elevadas que pueden tener efectos indeseables sobre el feto y la embarazada. Básicamente debemos de distinguir tres tipos de hipertensión arterial en la embarazada:
⁃ Pacientes que ya eran hipertensas antes de quedar embarazadas.
⁃ Pacientes que desarrollan la hipertensión como consecuencia del embarazo.
⁃ Pacientes que eran hipertensas antes de quedar embarazadas y en las que la hipertensión empeora por efecto del embarazo.

Como las embarazadas suelen ser pacientes jóvenes es poco frecuente que hayan desarrollado una hipertensión antes del embarazo. De ser así normalmente hay que cambiar el fármaco antihipertensivo con el que se trataban y administrar uno que sea compatible con el embarazo. Como hemos dicho el embarazo suele provocar un estado de hipotensión con lo cual muchas de estas mujeres mejoran de su hipertensión por el simple echo de quedar embarazadas.

En ocasiones en pacientes normotensas, el embarazo provoca un aumento de la Tensión Arterial por encima de 140 de máxima o 90 de mínima. Para poder decir que en una paciente la tensión arterial está elevada hemos de tener al menos dos cifras de T.A. por encima de esos niveles tomadas separadas en al menos 4 horas. Las causas por las que esto ocurre no están del todo establecidas.

La hipertensión provocada por el embarazo siempre ocurre después de la semana 20. Si a una embarazada se le diagnostica de hipertensión antes de esa semana, probablemente no se trate de una hipertensión provocada por el embarazo si no que estaremos ante una mujer previamente hipertensa a la que se le ha diagnosticado la hipertensión por primera vez durante el embarazo. Suelen ser pacientes que simplemente antes nunca se tomaban la tensión arterial y por tanto desconocían la enfermedad.

La hipertensión provocada por el embarazo se suele denominar preeclampsia porque se asocia generalmente a un aumento de proteínas en la orina. La preeclampsia afecta al 1-2% de los embarazos puede ser leve o grave, dependiendo de lo elevadas que sean las cifras de Tensión Arterial. Cuando la preeclampsia se complica con convulsiones se denomina eclampsia y es una situación de alto riesgo materno y fetal que requiere una intervención médica inmediata y en muchas ocasiones obliga a la extracción fetal. Afortunadamente los casos de eclampsia son muy raros.

En caso de preeclampsia el ginecólogo realizará análisis de sangre, ecografías, monitorizaciones fetales y controles de las cifras de tensión arterial para comprobar la gravedad y la evolución de la misma. Los casos de preeclampsia leve no suelen requerir tratamiento médico y basta con un reposo relativo y controles seriados para comprobar si evoluciona a preeclampsia grave. En ocasiones se ayuda con fármacos. La Metildopa y el Labetalol se encuentran entre los mas utilizados.

La preeclampsia grave suele requerir ingreso hospitalario para mejor control y tratamiento de la enfermedad. Si el feto está por encima de la semana 35 semanas se suele indicar la finalización del embarazo. Si está entre las semanas 32-35 se suelen administrar a la embarazada dos dosis de corticoides en dos días seguidos, con ello aceleramos la maduración del pulmón fetal y extraemos al feto mediante cesárea o provocando el parto. En casos de peeclampsia grave de menos de 32 semanas el tratamiento y la extracción fetal dependerán de cada caso de forma individualizada. A veces hay que extraer al feto aunque esté de pocas semanas y tenga alto riesgo de inmadurez pulmonar al nacimiento, pues el riesgo de mantenerlo intraútero puede poner en peligro la vida de la madre o el feto. Afortunadamente estos casos son infrecuentes.

El tratamiento definitivo de la preeclampsia es la extracción fetal de manera que tras el nacimiento las cifras de tensión arterial se normalizan. Las pacientes que han sufrido preeclampsia en un embarazo tienen mas riesgo de volverla a desarrollarla en embarazos posteriores y se les suele recomendar tratamiento con Aspirina de 100 mgr diarios desde el inicio del embarazo. Este tratamiento también se suele recomendar a las paciente con Hipertensión previa al embarazo. No obstante nunca se debe de iniciar un tratamiento de este tipo sin haberlo consultado antes con el ginecólogo.

Balbino Povedano Cañizares